EN EL XXVIII ANIVERSARIO DEL MARTIRIO DE NUESTROS COMPAÑEROS
JESUITAS IGNACIO MARTÍN-BARÓ,

SEGUNDO MONTES, IGNACIO
ELLACURÍA, AMANDO LÓPEZ, JOAQUÍN LÓPEZ Y LÓPEZ Y JUAN RAMÓN
MORENO, Y SUS DOS COLABORADORAS, ELBA JULIA RAMOS Y SU HIJA
CELINA RAMOS

Buscaron la paz en la turbulenta historia de la sociedad salvadoreña. En el
XXVIII aniversario de su martirio, la vida de los pobres que ellos defendieron
por amor a Cristo, se ve hoy más amenazada: no solo es la vida de los
pobres la que está en riesgo, sino la de todo el planeta, o la de nuestra casa
común , como dice el subtítulo de Laudato sì.

El marco mundial en el que celebramos el martirio de nuestros
compañeros no nos debe hacer olvidar las realidades locales; pero tampoco
podemos creer que nuestro mundo es el mundo, y pensar que es posible
defender la vida de los pobres sin resolver estos problemas macro, como el
peligro de una guerra nuclear o la destrucción de la creación, el jardín que
Dios nos confió para nuestro peregrinar.

Hace pocos días (4-11-2017), el Papa Francisco se dirigía a los
miembros de la Federación Internacional de Universidades Católicas. Quiso
“resaltar la necesidad de vuestra contribución en tres ámbitos de vuestra
competencia: el de la investigación , el de la enseñanza y el de la proyección
social:

● las universidades católicas han tratado siempre de armonizar la
investigación científica con la teológica , poniendo en diálogo razón y
fe.
● la enseñanza, con una perspectiva de justicia, de corresponsabilidad
global y de comunión en la diversidad cultural.
● el ámbito de la proyección social, que muestra la universidad como
una institución que se ocupa de la sociedad en la que se encuentra,
ejercitando ante todo un papel de conciencia crítica respecto a las
distintas formas de poder político, económico y cultural.”

La imagen viva de la Universidad Centroamericana, los ecos del
pensamiento de Ignacio Ellacuría, me consuelan mucho. Como siguen
evangelizando:

El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia
auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su
expansión, y cualquier persona que viva una profunda
liberación adquiere mayor sensibilidad ante las
necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se
arraiga y se desarrolla ( Evangelii Gaudium , 9)
Que nuestros compañeros, el beato Mons. Romero y la guía del papa
Francisco nos inspiren y nos orienten hacia la paz y la caridad, la justicia y
la verdad, la fe y la esperanza.
Vuestro en el Señor, en unión de oración y de solidaridad, como
siempre,

Michael Czerny S.J.
Subsecretario
Sección Migrantes & Refugiados
Desarrollo Humano Integral